La verdadera realidad la encontraréis bajo estas lineas

viernes, 23 de abril de 2010

La cuarentona

Los árboles ya estaban en flor y los animales se estaban poco a poco desperezando del largo y frio invierno. La nieve de los altos picos poco a poco se iba derritiendo formando cientos de serpenteantes y juguetones riachuelos que bajaban ladera abajo hasta morir en el gran lago. Allí era donde ella tenía su cabaña. Era de madera de roble y el tejado de ramas de un arbusto llamado escoba. Tenía un buen trabajo, un buen coche, una casa preciosa en un lugar idílico pero sin embargo le faltaba rellenar el gran hueco que tenía en el corazón. Eso que algunos llaman amor. Se sentía vacía por dentro y ahora a sus cuarenta y siete años recién cumplidos se arrepentía de todas las tonterías que había hecho en su vida. ¡Cuantas calabazas había dado! ¡Cuantos hombres había puesto en evidencia! ¡Cuantas miradas había echado por encima del hombro creyéndose la Reina de Saba! Ahora solo le quedaba intentar llenar ese gran vacío con recuerdos de lo que podía haber sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario