La verdadera realidad la encontraréis bajo estas lineas

jueves, 14 de enero de 2010

Juventud divino tesoro

Se veía en el espejo y le daban náuseas. No podía soportar esa imagen vieja y arrugada que tenía frente a sus ojos. Era superior a ella. Lo había tenido todo y se había quedado sin nada. De la perfección que da la juventud a la indiferencia e incluso asco que despertaba la vejez. Sabía que había hecho mucho daño en los tiempos de vino y rosas y ahora los enemigos que se había granjeado le pasarían factura. Ella lo sabía, no le cabía duda y por eso se estaba muriendo de rabia. Siempre había sido la más admirada, la más deseada, la reina de las diosas pero ahora las tornas habían cambiado, el timón del tiempo había girado dejando un rastro de pellejos y maquillaje.

lunes, 4 de enero de 2010

Las campanadas

Estaba sentado en la taza del váter cuando las oyó discutir. No podía ni cagar a gusto sin oír mentar el nombre de esa mal nacida. Estaba hasta en la sopa en el Estado en el que le había tocado vivir de pillaje, gitanada y pandereta. La Princesa de San Blas la llamaban y sin embargo no era nada más que una cocainómana comepollas. Una ramera que vivía del cuento del cuento. Una ignorante sin escrúpulos. Una manipuladora sin educación.
Tomó aire, el pequeño momento de paz que proporciona una buena giñada había sido interrumpido bruscamente al acordarse de esa marrana. En ese mismo momento se dio cuenta que no podría ni ver la televisión a la hora de las campanadas de fin de año sin tenerla presente.